Frase que hizo celebre José Millan-Astray, fundador de la Legión y “habitante” del Cementerio de la Almudena
Nº 26.-
Entierros en los que participaron miles y miles de madrileñas y mdrileños.
Comitiva del entierro de Enrique Tierno Galvan
Nº 25
Antiguas señales de las calles (ahora son cuarteles). También son elementos protegidos, pero no reciben ningún cuidado ni mantenimiento.
Esta señal, como tantas otras, desaparecerá dentro de poco
¿cuanto tiempo tardara en caerse?
Nº 24
Berta nos escribe al correo: pro_cementerios_municipales@yahoo.es y nos indica que él nació en Barcelona, pero que sus abuelos reposan en el Cementerio de la Almudena y siempre que viaja a Madrid, acude a visitarlos
Según el plano, esto debería de ser un Museo, pero no hemos conseguido entrar. Al parecer dentro hay carrozas, pero nunca se ha puesto en marcha
Nº 20
Chapuzas para llegar a la fuente
Nº 19
Nos escribe Carmen, comentándonos que le gusta visitar la sepultura de una de sus artistas preferidas Estrellita Castro (otra Habitante de nuestro cementerio), nos anima a defender su protección.
Nº 18
Estado de los escalones
Nº 17
Otra de escaleras: ¿Cómo se mantiene el equilibrio subido en esta escalera?
«Madrid es una ciudad de un millón de cadáveres», dice el primero de los poemas de Hijosde la ira (1944), la obra más célebre de Dámaso Alonso, otro de nuestros ilustres "habitantes" de La Almudena
El Cementerio de la Almudena es tan grande (un millón de metros cuadrados) que incluso lo recorre un autobús, el 110. Pero dentro del cementerio solo existe una marquesina para resguardarse de la lluvia o del sol. Como se puede comprobar, no tiene mucho mantenimiento.
Nº 15.-
Hace casi tres años que un grupo juvenil okupó uno de los edificios del cementerio que llevaba abandonado mas de 17 años.
Nº 14.- ¿Qué pensarían del estado actual del Cementerio de la Almudena, dos Alcaldes de Madrid, ALBERTO AGUILERA Y ENRIQUE TIERNO GALVAN?, enterrados en este cementerio, el mas grande de Europa
ABANDONO
DESTROZOS
PELIGROS
Nº 13.- Hay que tomar medidas urgentes
Nº 12.- Ni los Marqueses se libran del abandono del cementerio