Esta Plataforma ciudadana se constituyo ante una posible privatización de la Empresa que gestiona los Cementerios Municipales del Ayuntamiento de Madrid, como un foro de defensa de los Cementerios. En nuestra plataforma indicábamos que no entendíamos que el sector funerario no fuera considerado un servicio publico esencial.
Nuestra sorpresa al comprobar que el Gobierno prepara una Ley, que de aprobarse según el texto presentado, liberalizará "salvajemente y sin control" una actividad que se produce en unos momentos en los los ciudadanos y las ciudadanos no se encuentran en condiciones de comparar calidad-precio. Una Ley que convertirá este sector en "unos buitres a la caza de los doloridos ciudadanos y ciudadanas, que sufren la perdida de un ser querido".
Según el proyecto del Gobierno, cualquier persona con un coche ranchera podrá considerarse funeraria y trabajar libremente en cualquier parte del pais; las funerarias no tendrán que contar con personal fijo ni especializado, sino que lo contrarían cuando les surjan servicios (cualquier persona les podrá valer); nuestros seres queridos se trasladaran en "bolsas" (con el consiguiente peligro para la salud publica); los fallecidos se podrán velar en El Corte Ingles o en una tienda de “todo a 100”, o incluso no velarlos ya que se podrán enterrar antes de las 24 horas del fallecimiento; como deja de ser un servicio publico, las funerarias podrán ejercer el derecho de admisión por lo que podrán rechazar la contratación de los usuarios que no les interese (algunas razas no encontraran tanatorios), ¿quien realizará los servicios de caridad?; La Ley dice diferenciar aspectos sanitarios, ¿el manejo de fallecidos no requiere técnicas sanitarias?; ¿que va a pasar con las empresas funerarias que han invertido mucho dinero en instalaciones, medios, personal...? ¿que va a pasar con los trabajadores y trabajadoras que se han formado y especializado para prestar un servicio con las condiciones sanitarias y con el tratamiento humano que requiere este trabajo?.
Estamos de acuerdo en garantizar la libre elección de funerarias, que estos servicios tengan un precio claro y una calidad accesibles a todos los usuarios y usuarias, pero no a costa de convertir a estas empresas en verdaderos "buitres". Los trabajadores y trabajadoras de este sector requieren una formación especial, no solo en el manejo de los/las fallecidos, también en el trato de los y las usuarios, y en garantizar unas condiciones sanitarias. No queremos que la muerte de nuestros seres queridos se compare con “la venda de lavadoras”
Solicitamos al Gobierno que realice una profunda revisión del texto, sentándose a estudiarlo y valorarlo con las patronales y sindicatos del sector.
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